Triste pero cierto. He recordado este artículo y me apetecía compartirlo con vosotros ya que seguro que alguno asiste a alguna comunión próximamente (aunque espero que con mejor ambiente del que aquí se expone, principalmente por el bien del niño/a,)
Independientemente de la creencia religiosa o la ausencia de ella de cada uno de nosotros, el artículo recoge el problema de fondo: el sinsentido al que puede llevarnos un divorcio que se nos ha ido de las manos.
Dice textualmente:
“La relación de muchas parejas divorciada es inexistente, y jueces y fiscales se ven obligados a intervenir para mediar entre ambos en decisiones importantes como, por ejemplo, la celebración de las comuniones”.
“Estas semana los juzgados están desbordados por este tipo de asuntos, y a los juristas no les queda más remedio que intervenir en la organización de actos religiosos para que la tensión entre los padres afecte lo menos posible al menor”.
RELACIÓN INEXISTENTE: ya tenemos el primer requisito para sufrir un conflicto eterno cuando se tienen hijos en común. No tener ninguna comunicación con quien comparte obligaciones y derechos con nuestros hijos.
INTERVENCIÓN DE JUZGADOS Y ABOGADOS: te puedo asegurar que a muchos de los profesionales del derecho les gustaría que estas situaciones no se produjesen y a veces se sienten desbordados ante situaciones en las que preferirían no tener que intervenir.
Pero parece que “no queda más remedio” que acudir al juzgado para resolver estas cuestiones, y después sólo queda esperar que un juez nos dé la razón y cruzar los dedos hasta el siguiente problema.
¿REALMENTE HAY QUE MIRAR AL JUZGADO PARA RESOLVER ESTAS CUESTIONES?
Como el juez de familia D. José Luis Utrera dice, esperar que el juzgado resuelva todas estas cuestiones es esperar que sea EL TERCER PROGENITOR DIRIMENTE. ¿Realmente es esta la función de un juez?
¿CUÁNDO ACABA ESTO? Muy buen pregunta, y es algo que, sinceramente, no puedo responder lo que sí que tengo claro es cuándo no.
Recuerda la teoría de las ventanas rotas de la que te hablaba hace poco.
No es difícil imaginar que si en unos meses debes decidir sobre el viaje de fin de curso de vuestro hijo o si se matricula en una academia para apoyo escolar, el acuerdo va a estar complicado entre vosotros así que ya sabes: en caso de desacuerdo, tendrás que mirar nuevamente al “tercer progenitor dirimente”.
Y es que esperar que la sentencia nos resuelva todas las cuestiones que surgirán a partir del divorcio no es realista por una razón, hay muchas cuestiones que el juzgado no puede ni debe de resolver.
Además, hay algo que también debes de tener en cuenta: tu vida también sigue su propio ritmo y tendrás que afrontar.
Seguramente tu sentencia de divorcio después de unos 5 años no responda a lo que vuestros hijos y vosotros necesitáis en ese momento
Reconocer precisamente que hace falta un mínimo de comunicación para concretar aspectos jurídicos y no jurídicos que vayan surgiendo, no es ser iluso sino todo lo contrario, es afrontar tu ruptura con un realismo suficiente que os permita tener un mínimo de tranquilidad y estabilidad.
Por ello la importancia PLAN DE PARENTALIDAD para buscar el tomar decisiones familiares sin necesidad de intervención judicial.
Lo que te cuento no es una quimera y afortunadamente cada vez son más los padres que lo tienen muy claro. Créeme, sus hijos se lo agradecerán toda su vida.
Gracias por tu tiempo.
Me enanta maribel, gracias por compartirlo,
podremos hacer todos los planes del mundo, podremos recurrir a miles de ayudas , al final la solución mejor, solo sera posible si los adultos al tomarla la llenan de ternura, de respeto , de entendimiento y de AMOR, a los pequeños y a la persona que eligieron para que fuese el padre y o madre de sus hijos y o hijas.
un abrazo
Gracias por tu aportación, Charo.
Totalmente de acuerdo, contigo.
Soy consciente de que no es nada fácil lo que ambas planteamos pero honestamente creo que el no concedernos la oportunidad de PARAR antes de continuar mirando al juzgado para estos temas, tiene un coste familiar demasiado alto.
Un abrazo
Realmente es cada vez más frecuente ver casos de este tipo,en que los padres tienen que echar mano de una tercera persona,en este caso el juez,para tomar decisiones referentes a sus hijos y no dejar a parte sus antiguos problemas como pareja,para así no perjudicar a sus hijos,que son realmente los mayores perjudicados en esta situación. Es muy triste que personas que han compartido tanto,al final de todo,no sean capaces de hablarse y necesiten de un mediador,el juez,para cuestiones tan importantes como don sus hijos.
Así es, Josefa.
Coincido contigo en poner el acento en el daño que se ocasiona a los hijos ante esta situación.
Gracias como siempre por tus aportaciones.
Un abrazo
Hace unas semanas, en el programa de radio “La conjura de Ludovico” estuvimos analizando la película “¿Qué hacemos con Maisie? (What Maisie knew?)”, que trata sobre el divorcio y los niños.
Me parece muy triste, y debería darles cierta vergüenza a aquellos progenitores que sean incapaces de abordar de la manera más aséptica posible las necesidades de sus hijos sin dejarse llevar por las emociones que conllevan este tipo de situaciones, que en una ruptura se olviden de la parte más débil.
Por otro lado, esperar que un juez resuelva todas las situaciones y conflictos, es un claro ejemplo de falta de madurez e inteligencia emocional en ambos padres.
Gracias Maribel por compartir con nosotros este artículo.
Un beso.
Víctor Figueroa
Me lo llevo a las 5 lecturas recomendadas de enero . . . da gusto pasar por aquí ¡¡¡